Gregorio Manzano se la jugó en Copa
El Sevilla, a día de hoy vigente vencedor de la Copa de su Majestad el Rey, se ha colado como primer semifinalista de esta competición tras vencer en el Sánchez Pizjuan a todo un Villarreal, equipo revelación de esta temporada y único seguidor, aunque a cierta distancia, de los dos “monstruos” de la Liga BBVA, Barcelona y Madrid, por un contundente 3-0, resultado que para algunos se puede antojar un tanto abultado a tenor de lo visto sobre el terreno de juego.
Pero es que el Sevilla, una de las apuestas en esta Copa del Rey, presentó una alineación absolutamente novedosa y me atrevería a decir, que ultraconservadora, con la que consiguió una victoria, que visto el resultado final, parece cómoda, pero que analizando el devenir del encuentro, pudo tener consecuencias funestas para los intereses del cuadro hispalense. Al entrenador Gregorio Manzano, amparado en la renta que traía de Villarreal, solamente se le ocurre jugar en su campo, ante su público, con cinco defensas, tres mediocentros y dos puntas, prescindiendo de sus afamadas bandas y por lo tanto de su juego rápido y vertiginoso que tantas victorias y títulos le ha dado al Sevilla en los últimos años.
Se imaginan por un momento que el Villarreal hubiera conseguido ganar este partido y fuera el clasificado para semifinales. Las críticas hacia Manzano en el día de hoy serían demoledoras y de consecuencias imprevisibles para el de Bailén, pero los resultados mandan y seguramente muchos le darán la razón, lo que muy probablemente le anime en futuros compromisos a repetir experiencia, pues en su favor hay que decir, que al menos y ante todo un Villarreal, uno de los equipos más goleadores del campeonato, consiguió mantener su portería a cero, algo que a Gregorio Manzano le tenía muy preocupado.
Mañana sabremos el rival del Sevilla en semifinales, Real Madrid o Atlético de Madrid, casi nada.
Pero es que el Sevilla, una de las apuestas en esta Copa del Rey, presentó una alineación absolutamente novedosa y me atrevería a decir, que ultraconservadora, con la que consiguió una victoria, que visto el resultado final, parece cómoda, pero que analizando el devenir del encuentro, pudo tener consecuencias funestas para los intereses del cuadro hispalense. Al entrenador Gregorio Manzano, amparado en la renta que traía de Villarreal, solamente se le ocurre jugar en su campo, ante su público, con cinco defensas, tres mediocentros y dos puntas, prescindiendo de sus afamadas bandas y por lo tanto de su juego rápido y vertiginoso que tantas victorias y títulos le ha dado al Sevilla en los últimos años.
Se imaginan por un momento que el Villarreal hubiera conseguido ganar este partido y fuera el clasificado para semifinales. Las críticas hacia Manzano en el día de hoy serían demoledoras y de consecuencias imprevisibles para el de Bailén, pero los resultados mandan y seguramente muchos le darán la razón, lo que muy probablemente le anime en futuros compromisos a repetir experiencia, pues en su favor hay que decir, que al menos y ante todo un Villarreal, uno de los equipos más goleadores del campeonato, consiguió mantener su portería a cero, algo que a Gregorio Manzano le tenía muy preocupado.
Mañana sabremos el rival del Sevilla en semifinales, Real Madrid o Atlético de Madrid, casi nada.
1 comentarios:
De no haber salido bien, le hubiesen masacrado. Tuvo suerte, por así decirlo ;)
22 de enero de 2011, 13:19Un saludo, ventanadefutbol.blogspot.com
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