César se resiste

César se resiste

Al hilo del anterior Post, viendo la situación de la portería del Atlético de Madrid, me da por reflexionar acerca de la figura del segundo portero. Es la posición más difícil por desempeñar ya que tu labor es, cuando menos, simbólica. Hay muchos ejemplos de grandes porteros que se han visto secundados por porteros más grandes aún, que han visto pasar gran parte de su carrera desde el banquillo. Palop o Diego López por poner sólo algunos ejemplos. Sin embargo, los hay que, pese a no ser titulares, no bajan los brazos y acaban consolidándose como el titular. Uno de ellos es César Sánchez.

Inició su carrera en el Valladolid, aunque pronto se fijaría en el Real Madrid. Por entonces, un tal Iker Casillas ya se había consolidado como titular en la portería blanca. Pese a ello, el cacereño no bajó los brazos y consiguió ser portero titular en a aquel fabuloso Madrid de los galácticos. La fortuna fue más cruel que nunca, y César se tuvo que marchar lesionado en la final de Glasgow. Salió Iker al descanso, y tras dar una exhibición no abandonó la posición de portero más.

Del Madrid salió al Zaragoza, y tras varias temporadas el club decidió prescindir de sus servicios con la bajada al infierno de segunda. Por aquel entonces, el Tottenham de Juande Ramos se hizo con sus servicios.

Tras media temporada en la que, como el mismo confiesa, pensó en retirarse ya que apenas gozó de minutos, el Valencia le fichó por una temporada debido a la lesión de Renan Brito. Tras una muy meritoria actuación, el club ché le "premio" con una renovación.

Sin embargo a principio de temporada, el Valencia fichó a Moyá del Mallorca, para que este desenvolviera el papel de primer portero.

A día de hoy, César Sánchez ha vuelto a recuperar la titularidad, dando lecciones bajo los palos en cada jornada. Sin hacer ruido, ha vuelto a recuperar su sitio.

Y es que, a sus 39 años, sigue demostrando que está hecho de otra pasta.